Los ejercicios ruso-bielorrusos «Zapad 2017»

Los ejercicios ruso-bielorrusos «Zapad 2017»

Valentin Vasilescu. Red Voltaire, 11 de diciembre de 2017.

Desde la organización del golpe de Estado en Ucrania, la instalación de nazis en Kiev y el regreso de Crimea a la Federación Rusa, la OTAN se empeña en alimentar la paranoia de sus miembros en el este de Europa. Según Bruselas, lo que hizo Moscú no fue proteger a los pueblos de Crimea de un gobierno plagado de nazis sino conquistar por la fuerza y anexar ese territorio históricamente ruso. Apoyándose en esa narrativa, Washington ha logrado ocupar militarmente el este de Europa, sin que protesten los pueblos sometidos a esa ocupación. Al contrario, ahora se alarman ante cada maniobra militar rusa.

Estados Unidos inicia el despliegue de treinta F-35 para 60 bombas atómicas en Italia

Estados Unidos inicia el despliegue de treinta F-35 para 60 bombas atómicas en Italia

Manlio Dinucci. Il Manifesto / Red Voltaire, 15 de diciembre de 2017.

Estados Unidos acaba de desplegar en Italia varios F-35, capaces de portar bombas atómicas, igualmente desplegadas en suelo italiano en violación del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP). Además, la participación de la industria italiana en el ensamblaje del nuevo avión de guerra estadounidense la convierte de hecho en parte del gigantesco complejo militaro-industrial de Estados Unidos, bajo la batuta de Lockheed Martin.

¿La montaña parió un ratón?

¿La montaña parió un ratón?

El territorio del lince, 14 de diciembre de 2017.

Ayer se reunió la Organización de la Cooperación Islámica, de urgencia, para abordar la decisión de EEUU de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y trasladar su embajada allí. El reconocimiento está hecho, el traslado no será hasta dentro de unos cuantos años (unos tres o cuatro a lo máximo) para no sublevar más aún a una calle árabe que sí, que está indignada pero de puertas para adentro. Hace tiempo que los árabes consideran a Palestina un lastre y quieren deshacerse cuanto antes de ella. Sólo los musulmanes no árabes siguen teniendo un apego a Palestina, pero los musulmanes no árabes están muy lejos geográficamente.

El documento que aprobó la OCI es bueno, es casi lo que quería Turquía -que pasa así a ser oficialmente al abanderado de la causa palestina- y obliga, en teoría, a los 57 países firmantes. En él se reconoce a Jerusalén Este como capital del Estado de Palestina y apela a «otras naciones», es decir, no islámicas, a respetar el derecho internacional. Es decir, se ha hecho un llamamiento implícito para que quienes se dicen amigos del pueblo palestino asuman el documento, especialmente ciertos países de África y América Latina sin excluir a Asia. Esto, en sí, es ya un freno a que los vasallos de EEUU en todo el mundo muevan silenciosamente sus embajadas hacia Jerusalén una vez lo haga EEUU.

Jerusalén: epicentro de un nuevo liderazgo para alcanzar la paz

Jerusalén: epicentro de un nuevo liderazgo para alcanzar la paz

Adolfo Ferrera. Mirador Global, 15 de diciembre de 2017.

Aunque pueda parecer lo contrario, la retórica belicista de la nueva alianza sionista-wahabí apadrinada por Washington está basada en el miedo y evidencia su creciente retroceso en Oriente Medio. La decisión incendiaria de Donald Trump (en realidad de su yerno Jared Kushner) de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel supone una arriesgada huída hacia adelante en unos momentos de debilidad interna y externa tras su dura derrota geoestratégica en Siria e Irak. Sin embargo es muy probable que con este puñetazo encima de la mesa Donald Trump haya terminado por partirse la mano, y puede que la de sus regímenes aliados en Oriente Medio.

Definitivamente la política exterior de la Casa Blanca ha quedado en manos del lobby sionista estadounidense. De esta forma Donald Trump intenta devolver el gran apoyo financiero recibido por parte de este peligroso colectivo sionista (del millonario Sheldon Adelson, por ejemplo) durante la campaña electoral de 2016. Con ello, lejos de velar por los intereses del pueblo estadounidense como prometió, Trump antepone los intereses de poderes externos ajenos a su país (como el resto de presidentes anteriores), y al mismo tiempo acelera la decadencia del imperio estadounidense a nivel global.