Entre el paso adelante, los dos atrás y la cautela
El Territorio del Lince, 30 de abril de 2018.
Estamos en lo que dijo Lenin hace cien años: un paso adelante, dos atrás. Es la postura de Rusia. Habla, avanza, pero luego se contenta y da dos pasos atrás. Es lo que está sucediendo en Siria, en Armenia, en la ONU, en Ucrania y en la propia Rusia. Si no fue humillada en el primer ataque de EEUU, Gran Bretaña y Francia lo ha sido ahora con este último. Si en las protestas en Armenia no había surgido ninguna mención a Rusia, ahora ya se está hablando abiertamente de que hay que «revisar» el papel de Armenia en la Unión Económica Euroasiática. El enviado especial de la ONU para Siria acaba de decir que el formato de Astaná ya no sirve y que hay que reemplazarlo por «otros lugares más amplios», en línea con lo que vienen manteniendo EEUU y Francia, sobre todo. Ucrania ha sido el país invitado en la última reunión del G-7, al tiempo que el Pentágono ha reconocido de forma oficial que se va a suministrar misiles anti tanque de última generación a los neonazis.Y por si todo ello fuese poco, el Kremlin ha dado orden expresa de que en la manifestación del 9 de mayo, con la que se conmemora la victoria sobre el fascismo, no haya carteles ni retratos de Stalin. O sea, el muñidor, guste o no, de la victoria sobre el fascismo desaparece de la Historia. Espero y deseo que los rusos den una bofetada al Kremlin y que haya esos retratos.