Rosa Miriam Elizalde. La Jiribilla, septiembre de 2018.
La lección es simple: antes la opinión pública era la opinión publicada; ahora la opinión pública es la opinión compartida. Los New York Times y los Washington Post planetarios son la representación del poder, pero no necesariamente de la gente que está en la calle y sigue apostando por ciertos valores culturales y éticos. Un país pequeño, pero un gigante moral —como nos diría Fidel— puede ganarle a las grandes cámaras de eco si se entiende con las redes, las conexiones y las comunidades. Y ese es el reto de los silenciados de este mundo.