Maniobras sin orquesta en la oscuridad
El Territorio del Lince, 27 de abril de 2018.
La hegemonía occidental es como una pompa de jabón: efímera. El ataque a Siria no ha sido otra cosa que el estertor del agónico, por mucho que ni Rusia ni China se hayan apresurado a dar el golpe final. Occidente es consciente de su decadencia, de que su preeminencia a nivel mundial tiene fecha de caducidad: el 2025, cuando esté plenamente operativa la Nueva Ruta de la Seda impulsada por China. Continuará enredando, por supuesto, intentando debilitar todo lo posible a sus dos principales rivales, Rusia y China, promoviendo guerras híbridas en todo el planeta en un desesperado intento de retrasar lo inevitable…
Pero eso es lo visible. Lo invisible, las maniobras que se están haciendo en la oscuridad, tienen como finalidad marcar el nuevo cambio de juego e imponer, otra vez, sus normas. Que los nuevos protagonistas de la geopolítica, del nuevo mundo multipolar, no puedan imponer sus condiciones y tengan que ceñirse a las viejas prácticas occidentales. Y lo que está pasando entre bambalinas es muy preocupante.