Siria: las fuentes de las que beben los periodistas que nos desinforman
Adolfo Ferrera. Mirador Global, 9 de abril de 2018.
Si decimos que la OTAN es el brazo armado de las grandes corporaciones occidentales, en paralelo debemos añadir que las grandes agencias de noticias y medios corporativos occidentales, así como muchas de las ONGs más reconocidas, son instrumentos de difusión de la propaganda de guerra que utiliza el poder económico para ejecutar sus guerras sin que las sociedades occidentales opongan la menor resistencia hacia ellas o incluso las apoyen. Esta propaganda de guerra ha estado presente siempre en nuestras sociedades y en prácticamente todos los conflictos bélicos desde la Primera Guerra Mundial hasta nuestros días.
Hoy en día, para alcanzar ese consenso social en torno a la necesidad de una “intervención humanitaria” por parte de la OTAN, se hace imprescindible el papel que ejercen diversas “organizaciones humanitarias” o defensoras de los “Derechos Humanos” que basándose en su supuesta “imparcialidad” e “independencia” ajustan su relato de los hechos al discurso oficial de sus patrocinadores políticos y económicos. Es decir, que salvo algunas excepciones que sirven a su vez para darles un mayor barniz de credibilidad frente a la opinión pública, éstas ONGs siempre están del lado de los intereses de quienes las financian y les dan publicidad, las grandes corporaciones y gobiernos occidentales.