John Pilger. Conterpunch, 22 de septiembre de 2017.
Las miríadas que se volcaron en la «revolución» del senador Bernie Sanders en la campaña electoral del pasado año están en un silencio colectivo sobre estos peligros. El que la mayor parte de la violencia que ha ejercido EEUU en todo el mundo haya sido perpetrada, no por los republicanos o por mutantes como Trump, sino por los liberales demócratas, sigue siendo un tabú.
El verdadero escándalo es la creciente acaparación de poder de los siniestros intereses empeñados en hacer la guerra, por los cuales nadie ha votado. El rápido ascenso del Pentágono y de las agencias de inteligencia bajo Obama representó un histórico desplazamiento del poder en Washington. Daniel Ellsberg le llama con propiedad un golpe de estado. Los tres generales que controlan a Trump son la demostración.