Ramón Pedregal Casanova*
Estamos en el curso de la Historia al que nos empujaron desde la Conferencia de Madrid, (impulsada por EEUU al margen de las Naciones Unidas, 30 de Octubre-1 de Noviembre de 1991), que proponía que la solución a la ocupación de Palestina debía llegar mediante la relación de fuerzas y no por los principios de Derecho Internacional. La reunión no podía ser más que un fracaso, aquella consigna de “Paz por territorios” fue pura demagogia para instrumentalizar la causa palestina a favor del imperialismo y el neocolonialismo. 1991 estaba en medio del tiempo de una rebelión generalizada que se había dado a conocer como la “La Revuelta de las Piedras” o “La Intifada”. Aquella rebelión del pueblo de Palestina contra el sionismo neocolonialista estalló cuando las fuerzas de ocupación asesinaron a 7 trabajadores palestinos, era 1987. Con aquellos asesinatos los neocolonialistas habían rebasado todos los límites de humillaciones, crímenes, asentamientos, robos, persecuciones, prisiones, torturas, apaleamientos, secuestros, hambre, … que venían ocasionando al pueblo palestino; con aquella rebelión también éste alcanzó el punto más alto de las reclamaciones políticas: el reconocimiento de un Estado propio y la libertad para Palestina. Estos dos aspectos, en realidad es uno sólo, saltaron a la conciencia de los pueblos y a la vida política internacional. Seguir leyendo Errores y traiciones pasadas. La unidad Palestina: enseñanza y patrocinadora de victorias futuras