El desafío estratégico de la izquierda latinoamericana
Rafael Correa. Granma, 18 de febrero de 2018.
Después de la larga y triste noche neoliberal de los 90 –que quebró naciones enteras como Ecuador–, y a partir de que Hugo Chávez ganó a finales de 1998 la Presidencia de la República de Venezuela, los Gobiernos derechistas y entreguistas del continente empezaron a derribarse como castillo de naipes, llegando a lo largo y ancho de nuestra América Gobiernos populares y adscritos al Socialismo del Buen Vivir.
En su apogeo, en el 2009, de diez países latinos de América del Sur, ocho tenían Gobiernos de izquierda. Además, en Centroamérica y el Caribe estaba el Frente Farabundo Martí en El Salvador, el sandinismo en Nicaragua, Álvaro Colom en Guatemala, Manuel Zelaya en Honduras, y Leonel Fernández en República Dominicana. En países como Guatemala, con Álvaro Colom, o Paraguay, con Fernando Lugo; era la primera vez en la historia que la izquierda llegaba al poder, en el último caso rompiendo incluso una constante de siglos de bipartidismo.
En mayo del 2008 nace Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y en febrero del 2010 se crea la Celac, con 33 miembros. De los 20 países latinos de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), 14 tenían Gobiernos de izquierda, es decir, el 70 %.