Cuando la impunidad imperialista reemplaza la fuerza y atractivos perdidos
Alberto Rabilotta. Alainet, 30 de abril de 2018.
No hay día que pase sin una nueva prueba de que el capitalismo “realmente existente” del imperialismo estadounidense y sus socios ya no tiene nada de positivo o atractivo que ofrecer a los pueblos, ni siquiera a los suyos, y que tampoco tiene ya la fuerza concreta, sea económica, militar o política para recuperar la perdida hegemonía mundial, lo que explica que actúe sistemáticamente con impunidad para hacerse valer, como lo vimos en los ataques con misiles en Siria, destruyendo de paso la poca legitimidad que le queda al sistema internacional nacido al final de la segunda Guerra Mundial, de Naciones Unidas y de las demás instituciones internacionales, debilitado ya por causa del breve pero significativo período del mundo unipolar.
En todos los niveles posibles la impunidad de los “dueños del mundo” se hace sentir. Con los ataques militares, sanciones y bloqueos económicos, comerciales y financieros, y cada vez más con falsas acusaciones que son convertidas por los carteles mediáticos en “verdades” que no necesitan pruebas ni son sujetas a investigación, como en el caso de la (supuesta) interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales en Estados Unidos en el 2016, en el envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal en Gran Bretaña, con la acusación de dopaje de los atletas olímpicos rusos para descalificarlos o con las falsas acusaciones del uso de armas químicas por el Ejército Árabe Sirio. Y más cerca de nosotros, con las más que falsas acusaciones contra el ex Presidente Lula da Silva en Brasil para evitar que gane las próximas elecciones en su país.