Un nuevo libro documenta el papel del imperialismo francés en el genocidio de Ruanda
Movimiento Político de Resistencia, 25 de abril de 2018.
Guillaume Ancel era capitán del ejército francés cuando intervino en Ruanda en junio de 1994, al final del genocidio tutsi (Operación Turquesa). En marzo publicó un libro que precisa todos los testimonios al respecto, completados por su experiencia personal. Muy fáctico, relata lo que él mismo observó o aprendió en su momento; luego, en retrospectiva, lo compara con lo que escuchó de los dirigentes políticos y militares franceses.
El libro está causando mucho ruido en Francia. El punto más destacado es el aspecto agresivo de la Operación Turquesa. Los soldados franceses que en 1994 partieron hacia Ruanda recibieron una orden escrita de reconquistar la capital ruandesa, Kigali, aunque a su llegada al lugar un oficial les quitó el papel, con precauciones inusuales para que no quedara ningún rastro documental.
A Ancel le enviaron a Ruanda para guiar a los cazas y, a diferencia de sus misiones anteriores, nunca recibió una explicación clara y precisa del contexto político y los objetivos de la operación. A finales de junio, no tenía ningún indicio de que su misión fuera humanitaria o de otro tipo. Descubrieron a los fugados tutsis que eran el blanco de la masacre en Bisesero. Sin embargo, la unidad a la que pertenece Ancel, estacionada a pocos kilómetros de distancia, no recibió la orden de intervenir, aunque la unidad era numerosa, estaba bien equipada, desocupada y preparada para la acción.