Almagro y la OEA huelen a azufre
Oscar Sánchez. Granma, 11 de abril de 2017.
¿Cómo afirmar que un Estado tiene una situación de alteración del orden democrático, violando la institucionalidad de la propia organización que declara esa condición? Así lo hizo la OEA el pasado 3 de abril de cara a la República Bolivariana de Venezuela. ¿Hubo un arranque de enajenación, obsesión, aberración o de locura? Nada de eso.