Blog del Viejo Topo, 11 de marzo de 2017.
Si bien la “destrucción arbitraria de ciudades, pueblos y aldeas” se considera un crimen de guerra que no prescribe en el Derecho Internacional, resulta escandaloso que el bombardeo aéreo de ciudades sea un acto que no solo queda impune, sino que prácticamente tampoco se puede acusar a sus responsables. El bombardeo aéreo es terrorismo de Estado, es el terrorismo de los ricos. Se han asesinado con bombas más inocentes en las últimas seis décadas que todos los asesinatos juntos cometidos por el terrorismo en todos los tiempos.