Ramón Pedregal Casanova*
“Dios, con esta oración hago mío tu deseo, dispongo mis cinco sentidos para servirte. Te he escuchado. El país objeto del que me hablas tiene lo que multiplicará nuestros beneficios. Un país perdido, remoto, cruel con nosotros necesitados, del que nos anuncias sus riquezas. ¡Ay! Dios mío de la Santa Usura, no descansaré hasta que ponga a tus pies la sustancia de ese país cruel. Como es tu mandato, yo, Presidente de Estados Unidos, cumpliré con mi deber cuando sus habitantes, aprovechándose de nuestra circunstancia, me obliguen a que los mate.”
Del libro “Dietario de crisis.”
Bolivar ha quedado para la Historia como El Libertador de América, pues en su día dirigió la independencia de Venezuela, Colombia y Ecuador, buscaba constituir La Gran Colombia. Además influyó de manera definitiva en las victorias militares para la independencia de Perú y Bolivia. Su sueño era una América del Sur unida y libre de colonialismos. Bolivar sembró la semilla de la unidad, de la independencia y del sentido de lo común. Le impulsaron agentes transformadores, contactó con la Logia de Cádiz en estrecha relación con la Logia Americana establecida en Londres; de ésta última partía una gran influencia ejercida por quien iba a quedar como una personalidad política revolucionaria venezolana, Francisco de Miranda. El tiempo de Simón Bolivar fue un tiempo cuya atmósfera provenía del cambio social, la revolución francesa había inspirado a nuestro protagonista, y tras su muerte en 1830 nacieron muchos Bolivar continuadores de sus objetivos anticolonialistas, hasta dar el gran fruto -sin olvidar a Fidel, actor revolucionario inspirador del antiimperialismo-, al pueblo pobre de Venezuela, Chávez de todos los pueblos del Sur. Seguir leyendo Bolivar, contra los criados, mal criados, del monstruo imperial. Nos queda la palabra. →