Paul Craig Roberts. Web del autor, Institute for Political Economy, 15 de abril de 2017.
Ser un estadounidense se ha vuelto comprometedor. Nuestro país ha tenido como presidentes a cuatro criminales de guerra en sucesión. Clinton lanzó dos veces ataques contra Servia, ordenando atacar a la antigua Yugoeslavia en 1995 y 1999. George W. Bush invadió Afganistán e Irak y atacó provincias de Paquistán y Yeman desde el aire. Obama utilizó la OTAN para destruir Libia y envió mercenarios para destruir Siria. Trump atacó a Siria con fuerzas de los EEUU, convirtiéndose en criminal de guerra apenas empezado su mandato.