Andy Wilcoxon*

Belgrado.- El Tribunal Penal Internacional de la Haya para la ex Yugoslavia (ICTY, por sus siglas en inglés), ha dictaminado que el fallecido presidente serbio, Slobodan Milosevic no fue responsable de los crímenes de guerra cometidos durante la guerra de Bosnia en el período 1992-95.

En un veredicto sorprendente, la sala de primera instancia que condenó al ex- presidente Serbo-Bosnio Radovan Karadzic por crímenes de guerra y le sentenció a 40 años de prisión, ha concluido por unanimidad que Slobodan Milosevic no formaba parte de una “asociación criminal” que tomaba como víctimas a musulmanes y croatas durante la guerra de Bosnia.

El 24 de Marzo la sentencia del juicio de Karadzic afirma que: la Sala no está convencida de que se hubieran presentado pruebas suficientes en este caso que probaran que Slobodan Milosevic estaba de acuerdo con el “plan común” de expulsar permanentemente a los bosnios musulmanes y croatas bosnios del reivindicado territorio serbobosnio

La sala de primera instancia para Karadzic admitió que: la relación entre Milosevic y el Acusado se había deteriorado a partir de 1992; en 1994 no estuvieron de acuerdo en las líneas de actuación. Además, ya en Marzo de 1992, había aparente desacuerdo entre el Acusado y Milosevic en las reuniones con los representantes internacionales, durante las cuales Milosevic y otros líderes serbios criticaban abiertamente a los líderes serbobosnios de cometer “crímenes contra la humanidad” de “limpieza étnica” y de guerra para sus propios fines.

Los jueces señalaron que ambos, Slobodan Milosevic y Radovan Karadzic favorecieron la preservación de Yugoslavia y que aunque Milosevic la apoyó inicialmente, con el tiempo tuvieron puntos de vista divergentes. La sentencia declara que desde “1990 y hasta mediados de 1991 el objetivo político del Acusado y de los dirigentes serbo-bosnios, era mantener Yugoslavia y evitar la separación o independencia de Bosnia y Herzegovina, que daría como resultado la separación de los serbo-bosnios de Serbia; la Sala señaló que Slobodan Milosevic respaldaba este objetivo y se declaraba en contra de la independencia de Bosnia y Herzegovina”

La Sala concluyó que: “la declaración de soberanía realizada por la Asamblea Parlamentaria de la República Socialista de Bosnia y Herzegovina en octubre de 1991 en ausencia de los delegados serbo-bosnios, agravó la situación” pero en respuesta Milosevic no participó en el establecimiento de la República Srpskaⁱ. La sentencia afirma que: “Slobodan Milosevic intentaba abordar la situación con más cautela”

La sentencia admite que de acuerdo a comunicaciones interceptadas con Radovan Karadzic, Milosevic se cuestionaba si era prudente utilizar “un acto ilegítimo en respuesta a otro acto ilegítimo” y dudaba de la legalidad del establecimiento de una Asamblea Parlamentaria Serbo-Bosnia.

Los jueces también afirmaron que: “Slobodan Milosevic expresó sus reservas sobre como una Asamblea Serbo Bosnia podría excluir a los musulmanes de Yugoslavia”

La sentencia señala que en las reuniones con funcionarios serbios y serbo-bosnios Slobodan Milosevic declaró: “todos los miembros de otras nacionalidades y etnias deben ser protegidos y el interés nacional de los serbios no es la discriminación”. Y que además, Milosevic también declaró: “es necesario combatir el crimen con decisión “.

La sala de primera instancia señala que: “en reuniones privadas, Milosevic estaba profundamente indignado con la dirección serbo-bosnia por rechazar el Plan Vance-Owenⁱⁱ y maldijo al acusado”. También salió a la luz que “Milosevic intentó razonar con los serbo-bosnios bajo el argumento de que entendía sus preocupaciones, pero que lo más importante era finalizar la guerra”.

La sentencia establece que: “Milosevic también se cuestionó si la comunidad mundial aceptaría que los serbo-bosnios que representaban solo un tercio de la población de Bosnia y Herzegovina obtuvieran más de un 50% del territorio y promovió un acuerdo político”.

La sentencia afirma que, en una reunión del Consejo Supremo de Defensa, Milosevic dijo a los dirigentes serbios de Bosnia “que no tenían derecho a tomar más de la mitad del territorio de Bosnia y Herzegovina, y declaró: ¡de ninguna forma nos pertenece más que eso! puesto que representamos un tercio de la población [….]. No tenemos derecho a excedernos de la mitad del territorio-¡no debéis arrebatar lo que pertenece a otros! […] . ¿Cómo podéis imaginar a dos tercios de la población hacinada en el 30 % del territorio, mientras que el 50% os parece demasiado poco para vosotros?! ¿Es esto humano, es justo?”.

En otras reuniones con funcionarios serbios y serbo-bosnios, la sentencia señala que Milosevic “declaró que la guerra debía terminar y que el mayor error de los serbo-bosnios era el de desear la derrota completa de los musulmanes bosnios”

Debido a la ruptura de Milosevic con los serbo-bosnios, los jueces señalaron que: “la República Federal de Yugoslavia (FRY)ⁱⁱⁱ redujo su apoyo a la Republica Sprska (RS) y animó a los serbo-bosnios a aceptar las propuestas de paz”

La decisión del Tribunal de que Slobodan Milosevic no formaba parte de una asociación criminal y de que bien al contrario, “condenó la limpieza étnica” es de una importancia enorme puesto que se le acusó de todo el derramamiento de sangre en Bosnia, y como consecuencia, a Serbia le fueron impuestas duras sanciones económicas. Esta acusación injusta de Milosevic está a la altura de la invasión de Iraq para descubrir después de todo que no había ninguna arma de destrucción masiva.

Slobodan Milosevic fue vilipendiado por todos los órganos de la prensa occidental y prácticamente por todos los políticos de los países de la OTAN. Le llamaron “el carnicero de los Balcanes”. Le compararon a Hitler, le acusaron de genocidio. Le demonizaron, le presentaban como un monstruo sanguinario, y utilizaron esa falsa imagen para justificar no solo las sanciones económicas contra Serbia, sino también el bombardeo de la OTAN a Serbia en 1999 y la guerra de Kosovo.

Slobodan Milosevic tuvo que pasar los últimos 5 años de su vida en prisión defendiéndose a sí mismo y a Serbia de falsas acusaciones de crímenes de guerra, una guerra que ellos mismos ahora admiten que intentó parar. Los cargos más graves a los que Milosevic se enfrentó, incluyendo el de genocidio, fueron todos en relación con Bosnia. Ahora, diez años después de su muerte, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia reconoce que no era culpable después de todo.

Este Tribunal no hizo nada para dar a conocer su conclusión de que habían absuelto a Milosevic de participar en la asociación criminal. Enterraron silenciosamente esta investigación de 1,303 páginas en las 2590 páginas que conformaban el veredicto sobre Karadzic, sabiendo perfectamente que la mayor parte de gente probablemente no se iba a molestar en leerlo.

El presidente del tribunal en el juicio de Radovan Karadzic, O-Gon Kwon de Corea del Sur, era también uno de los jueces en el juicio de Slobodan Milosevic. La exoneración de Milosevic por la Sala que juzgó a Karadzic puede ser una indicación de cuál hubiera sido finalmente el dictamen de la sala que juzgaba a Milosevic, al menos en lo referente a los cargos de Bosnia, si Milosevic hubiera vivido para ver el fallo de su propio juicio.

Vale la pena recordar que Slobodan Milosevic murió bajo un conjunto de circunstancias sospechosas. Falleció de un ataque cardíaco justamente dos semanas después de que el Tribunal le negara su solicitud para someterse a una cirugía de corazón en Rusia. Fue encontrado muerto en su celda en menos de 72 horas después de que su abogado entregara una carta al ministro ruso de asuntos exteriores en la que él decía que temía que le estuvieran envenenando.

El informe oficial del Tribunal sobre la investigación de su muerte confirmaba que, “se había encontrado Rifampicina en una muestra de sangre que se le tomó al Sr Milosevic el 12 de Enero de 2006” y que ,“Al señor Milosevic no le comunicaron los resultados hasta el 3 de Marzo de 2006 debido a la difícil situación jurídica en la que se encontraba el Dr. Falke (Jefe médico del Tribunal) , en virtud de las disposiciones legales holandeses concernientes a la confidencialidad médica”.

La presencia de rifamicina (un medicamento no prescrito) en la sangre de Milosevic habría contrarrestado la medicación que estaba tomando para la tensión alta e incrementado el riesgo de un ataque al corazón que fue lo que al final le mató. El hecho de que el Tribunal admitiera que conocían desde hacía meses lo de la rifampicina , pero que no le informaron a Milosevic de los resultados de su propio análisis de sangre hasta algunos días antes de su muerte , a causa de “ Las disposiciones legales holandesas con relación a la confidencialidad médica” es una excusa pobre y falsa. No existe ninguna disposición en la ley holandesa que prohíba a un doctor informar a su paciente de los resultados de su propio análisis de sangre-esto sería absurdo. Al contrario, ocultar tal información a un paciente podría considerarse delictivo.

Todo lo anterior levanta sospechas bien fundadas de que intereses geopolíticos poderosos preferían que Milosevic muriera antes del final de su proceso judicial a verle absuelto y que se revelaran sus repugnantes mentiras. Existen cables del Departamento de Estado de Estados Unidos filtrados a Wikileaks , confirmando que, de hecho los miembros del Tribunal trataban sobre el estado de salud y los informes médicos de Milosevic, con el personal de la embajada norteamericana de la Haya sin el consentimiento de éste. Obviamente, a ellos no les importaban las leyes de confidencialidad de la profesión médica puesto que comentaban indiscretamente sobre su historial médico con la embajada norteamericana.

El que Milosevic haya sido reivindicado en silencio, de los más graves crímenes de los que fue acusado al cabo de unos diez años después de su muerte es un resultado poco satisfactorio. Como mínimo, se debería ofrecer a su viuda e hijos una compensación económica y Serbia debería obtener reparación por los gobiernos occidentales que procuraron castigar a Serbia para acusar a Milosevic de delitos de los cuales ahora el propio Tribunal admite que no fue responsable y que de hecho los intentó evitar.

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Notas del Traductor: