Obama, actor obsesivo compulsivo, en la ONU.
Ramón Pedregal Casanova*.
Repite y es previsible que se atormente. Una y otra vez vuelve a actuar del mismo modo, y sin embargo se obsesiona por hacerlo perfecto, por mentir mejor, pues él no se cree lo que dice. ¿Cómo mentir mejor?. Repite, se obsesiona, se atormenta. ¿Qué escuela teatral le hará pensar que lo hace bien, como nadie, y le hará creer que nos ha convencido?: Ninguna. Es lo que caracteriza a un obsesivo compulsivo.
Cuando sustituyan a Obama tendrá que ir a un especialista a que le ponga un tratamiento para corregirse y ser más natural, para abandonar esa obsesión compulsiva de mentir. En todas partes repite el mismo discurso, pero no convence. Hasta ahora sus actos son altamente peligrosos para los que estamos fuera de su círculo, para el mundo. Hemos crecido en mil peligros y cuando sustituyan a éste personaje nos encontraremos ante la posibilidad de un desastre de dimensiones gigantescas, una catástrofe como no hemos conocido. Seguir leyendo Obama, actor obsesivo compulsivo, en la ONU. Ramón Pedregal Casanova. →