Un comentario en “Ni las Marchas de Madrid ni el Tribunal Permanente de los Pueblos suscriben el Manifiesto de «No en nuestro nombre»”
Como miembro del Tribunal, quisiera señalar lo siguiente:
Todos los que luchamos contra la guerra celebramos cada acción en contra de ella.
Cualquier aporte antibelicista es necesario y cualquier llamamiento a la movilización en contra de la guerra imprescindible. Pero dicho esto hemos de añadir que no es suficiente condenar la guerra, que a pesar de nuestras condenas sigue creciendo de forma desmesurada y que una mínima coherencia con nuestras denuncias nos obliga a avanzar en las siguientes direcciones.
I.- Profundizar en los contenidos de nuestros discursos, identificando agresores y víctimas, descubriendo los intereses en juego, recordando la historia, creando en suma una cultura contra la guerra que nos explique los acontecimientos mas allá de lo que nos sirven los medios de comunicación.
II.- Dar continuidad a lo iniciado; los acontecimientos de los días pasados no son un recorte, forman parte de un plan de guerra mundo que se extiende indefinidamente en el tiempo. Por tanto las respuestas puntuales, calmaran nuestras conciencias pero no serán efectivas.
III.- Contribuir a la construcción de un movimiento antibelicista que agrupe a la mayor cantidad de sensibilidades, que frene la militarización de la sociedad y señale y denuncie a los responsables evitando la impunidad de la que ahora gozan.
Foro Contra la Guerra Imperialista y la OTAN 
Como miembro del Tribunal, quisiera señalar lo siguiente:
Todos los que luchamos contra la guerra celebramos cada acción en contra de ella.
Cualquier aporte antibelicista es necesario y cualquier llamamiento a la movilización en contra de la guerra imprescindible. Pero dicho esto hemos de añadir que no es suficiente condenar la guerra, que a pesar de nuestras condenas sigue creciendo de forma desmesurada y que una mínima coherencia con nuestras denuncias nos obliga a avanzar en las siguientes direcciones.
I.- Profundizar en los contenidos de nuestros discursos, identificando agresores y víctimas, descubriendo los intereses en juego, recordando la historia, creando en suma una cultura contra la guerra que nos explique los acontecimientos mas allá de lo que nos sirven los medios de comunicación.
II.- Dar continuidad a lo iniciado; los acontecimientos de los días pasados no son un recorte, forman parte de un plan de guerra mundo que se extiende indefinidamente en el tiempo. Por tanto las respuestas puntuales, calmaran nuestras conciencias pero no serán efectivas.
III.- Contribuir a la construcción de un movimiento antibelicista que agrupe a la mayor cantidad de sensibilidades, que frene la militarización de la sociedad y señale y denuncie a los responsables evitando la impunidad de la que ahora gozan.
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