Lo prometido es deuda. Sigo con el G-20 que sí, que ha dado para bastante pese a que quienes quieren ver ya morder el polvo a EEUU y sus vasallos digan que no, que no ha ocurrido nada de nada. Una recomendación que deberían seguir es no dejarse cegar por lo que les gusta, sino por lo que pasa. Y lo que pasa es que inexorablemente la hegemonía de EEUU declina, la de sus vasallos también y ahora mismo ya hay de forma clara dos caminos para el mundo. Este es el principal logro de la reunión del G-20.
lunes, 12 de septiembre de 2016
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