Los jefes de Estado y de gobierno buscan oportunidades para reunirse y abordar cuestiones bilaterales, incluso de carácter multilateral. Y acaban padeciendo de “reunionitis”, una enfermedad que consiste en realizar cumbres inútiles sólo para poder reunirse y negociar sobre otros temas, sin tener que justificar ese otro encuentro. La cumbre del G20 en Hangzu no escapó a esa nueva tendencia.
Red Voltaire | Damasco (Siria) | 9 de septiembre de 2016
voltairenet.org