El Gobierno de Turquía, después de impedir durante días la entrada
de refugiados sirios que escapan de la violencia, incluso haciendo uso de la fuerza, se ha visto obligada acoger a los desplazados, que se cuentan por miles. Ankara informó el domingo que calcula que unas 10 000 personas cruzarán la frontera en las próximas horas.
El Gobierno de Turquía, después de impedir durante días la entrada de refugiados sirios que escapan de la violencia, incluso haciendo uso de la fuerza, se ha visto obligada acoger a los desplazados, que se cuentan por miles.
Ankara informó el domingo que calcula que unas 10 000 personas cruzarán la frontera en las próximas horas.
En los últimos días, miles de desplazados han llegado a la frontera de Turquía, huyendo de los combates entre las fuerzas kurdas y el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en la norteña ciudad siria de Tel Abyad.

El sábado, los militares turcos atacaron a los refugiados sirios que esperaban en la frontera tras las cercas de alambre de púa, incluso usaron cañones de agua a presión para dispersarlos.
El pasado jueves, el Gobierno de Ankara informó de que impediría la entrada de los sirios que huyen de la brutalidad de los grupos takfiríes en su país desde el 2011.
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